Partiendo desde la primera de ellas, en el barrio de Gros, descubriremos uno de los deportes que caracterizan a la ciudad, el Surf, y es que el oleaje de esta playa la sitúa en los mapas como uno de los spot importantes del país. Separando el barrio del centro, los dos imponentes cubos del Kursaal, obra de Rafael Moneo.
Del otro extremo de la Parte Vieja, la bahía de la Concha. El paseo de la Concha es una pasarela para los donostiarras. Un recorrido con unas vistas incomparables. Las fotos con la barandilla más famosa del mundo no pueden faltar en el álbum de ningún visitante.
Por último, la playa de Ondarreta, en el barrio del Antiguo, con una personalidad tan marcada que funciona como un pueblo en sí. En el extremo opuesto de la playa nos espera una gran sorpresa, una obra que no deja a nadie indiferente, El Peine de los Vientos.
Recorrer la línea de mar es toda una experiencia para descubrir las tres playas que tiene la ciudad: La Zurriola, La Concha y Ondarreta.
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