El Santuario de Loyola, El Santuario de Aranzazu y la Ermita de La Antigua

La Ruta de los Tres Templos: Comienzo del Camino Ignaciano

Existen preciosos lugares que semejan evocar el pasado y llamar a la espiritualidad. Emulando a San Ignacio de Loyola se puede proseguir el camino entre Loyola y Aranzazu pasando por La Antigua, los 3 templos simbólicos que forman esta senda de unos cuarenta kilómetros por el interior de Guipúzcoa.

Este es el inicio del Camino Ignaciano que el beato emprendiese en el año mil quinientos veintidos y que le llevaría hasta en peregrinación hasta Manresa.

Un recorrido que oculta un planeta lleno de hermosos espacios naturales como los vales de los ríos Urola y Deba, caseríos tradicionales y la cultura y el rico patrimonio artístico del País Vasco.

GR-120: De Loyola a Aránzazu 

Inicio de la Ruta de los Tres Templos: El Santuario de Loyola

El recorrido de unos cuarenta kilómetros se comienza en Azpeitia, en el conjunto monumental del Santuario de Loiola, al pie de la sierra de Izarraitz.

Cuando lo conozca, no solo va a estar frente al primero de los templos de este recorrido, sino más bien frente a una de las construcciones barrocas más singulares del planeta.

El arquitecto técnico Carlo Fontana, acólito de Bernini, levantó una bóveda de veinte m de diámetro que no daba la sensación de que iba a soportar su peso. Mas sí lo hizo. Le sorprenderá por su increíble bóveda, su retablo mayor hecho con materiales como mármoles o bien jaspes, por su estatua de San Ignacio en plata o bien por los extensos jardines que lo rodean. Además de esto, el conjunto del Santuario cobija la Casa-Torre de los Loyola, donde nació el beato, o bien el museo etnográfico Caserío Errekarte.

Ermita de Santa María: La Antigua

Saliendo de Azpeitia, a unos veinte kilómetros, hallará la población de Zumárraga, muy ligada a la cultura del hierro y con un rico patrimonio artístico.

Acá encontraremos el segundo templo de la senda, la Ermita de Santa María, La Antigua, famosa como “la catedral de las ermitas” y que según lo que parece fue construida sobre un viejo fuerte del siglo XII. 

Cuenta la historia legendaria que cuando los cristianos empezaron a edificarla, gentes de otras religiones desearon destruirla lanzando piedras. No obstante, no solo no lo lograron, sino los lugareños emplearon esas piedras para finiquitar la iglesia.

Seguro que asimismo le resulta interesante saber que desde esta ermita parte un recorrido para poder ver los monumentos funerarios megalíticos hallados en Zumárraga.

Final de la Ruta de los Tres Templos: El Santuario de Aránzazu

La última parada de la senda se ubica en Oñati, a los pies del Parque Natural de Aizkorri-Aratz. 

En este sitio a un pastor se le apareció la Virgen en mil cuatrocientos sesenta y nueve, posada en un espino (arantza). Después se levantó un santuario franciscano, el Santuario de Aránzazu. 

Aparte de ser un centro de espiritualidad incomparable, es asimismo uno de los ejemplos más representativos del arte vasco moderno puesto que en mil novecientos cincuenta se reconstruyó con las participación de Sáenz de Oiza, Oteiza, Chillida, Basterretxea...

Va a poder admirar sus 4 puertas de hierro de Eduardo Chillida, su increíble retablo de más de seiscientos metros cuadrados, las pinturas modernistas de su cripta o bien el juego de luces de sus vidrieras. Todo ello rodeado por un paisaje de paz y espiritualidad, en tanto que el Santuario se ubica sobre un precipicio y está rodeado de un bosque de encinos centenarios.