Un bellísimo recorrido que comienza en la Bahía de Pasaia. El Monte Jaizkibel, de este a oeste, será nuestra senda hasta llegar a la siguiente bahía, la de Txingudi.
Un buen calzado, fuerza y energía será necesario para afrontar en condiciones este entretenido paseo de 20 kilómetros. Nos llevará hasta el último pueblo de Gipuzkoa, Hondarribia, el último cabo, Higer, y el último río, el Bidasoa.
En la Bahía de Pasajes nos vamos a encontrar con una agradable sorpresa, Pasajes San Juan – Pasai Donibane. Una de las peculiaridades de esta villa costera es que posee una única calle. No queda espacio libre para nada más entre el mar y la montaña. Se trata de un pueblo tan pintoresco que hasta el novelista Victor Hugo lo describió con gran admiración en su libro “Los Pirineos”.
Entre los atractivos que nos ofrece Pasai Donibane, el pasear hacia el norte siguiendo la desembocadura de la ría, cruzar en barca los escasos 200 metros de ancho de este fiordo natural que es la bahía, o subir a la ermita de Santa Ana para disfrutar de unas inigualables vistas del puerto.
Mención aparte requiere una visita a Albaola, la Factoría del mar de los vascos, un astillero tradicional para la construcción de barcos vascos, como la trainera ballenera del siglo XVI que se puede ver en él.
Desde el propio pueblo de Pasajes San Juán podemos iniciar una senda de 20 kilómetros de distancia a través del monte Jaizkibel, que nos llevará hasta el pueblo de Hondarribia, ya en la Bahía de Txingudi.
El casco histórico de la villa marinera de Hondarribia ha sido declarado monumento histórico – artístico. No perdáis la oportunidad de callejear y disfrutar de sus palacios y casas de armas. Descubriréis la influencia de la guerra en la arquitectura de sus edificios y espacios más singulares, como el pequeño puerto de Santa María, el castillo de Carlos V o la Plaza de Armas.
Más allá del casco histórico de visita obligada es el barrio de la Marina, centro de la vida social del pueblo, en pleno distrito pesquero. Disfrutad de la gastronomía tradicional vasca en sus bares y restaurantes, que bien os lo habéis ganado tras los 20 kilómetros de caminata.
Tras recuperar fuerzas existen dos opciones muy interesantes para continuar con la visita. Embarcarnos rumbo al pueblo francés de Hendaya cruzando la Bahía de Txingudi, o subir al cabo de Higuer y ver el Faro.
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