Hay pocas cosas tan emocionantes como ver a grandes maestros trasladar sus conocimientos en un campo a otro complementario. Y eso es precisamente lo que ha hecho Pedro Subijana, uno de los padres de la nueva cocina vasca, al elevar la experiencia de su icónico restaurante Akelarre a hotel de lujo.
La arquitectura contemporánea de este hotel -obra del estudio de arquitectura Mecanismo- es lo primero que llama la atención al entrar en el vestíbulo. Una escultórica escalera de acero envejecido sirve de columna vertebral para armonizar la omnipresente madera que se extiende por las cuatro plantas del edificio y por el exterior.
Como era de esperar, la cocina del hotel es su punto fuerte. La oferta culinaria de su emblemático restaurante, con tres Estrellas Michelin desde 2006, se completa con el recién inaugurado Oteiza, un espacio con restaurante y una espectacular terraza con coctelería. También hay una nueva bodega con sala de catas donde los huéspedes pueden disfrutar de las más de 700 variedades internacionales de vino que incluyen algunas de las mejores etiquetas del mundo.
El hotel de cinco estrellas de Subijana no es sólo un lugar exclusivo donde pasar la noche en San Sebastián, sino que el propietario ha sabido crear con su hotel un destino en sí mismo, un palacio contemporáneo donde soñar y comer con las estrellas.
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